Este es un blog que se nutre de metaideas surgidas de todo espontil venidero en periodos digestivos, salvo, y claro está, improperios improcedentes que impresionen improbas improntas. (lo que esto significa, de mucho importa)

 

27 junio 2005

Darwin de mis entretelas

Hace ya bastantes años que la mayoría de la comunidad científica no se plantea la veracidad de las teorías evolutivas de Darwin.

Antes de Darwin se hablaba de una teoría adaptativa que decía algo así como que "si una jirafa  estira mucho el cuello para comer, sus hijos nacen con el cuello más largo, y así sucesivamente", es decir, que los esfuerzos de los seres vivos eran transmitidos a los genes, y por consiguiente de padres a hijos, de hijos a nietos...
Darwin planteó otra cosa bien distinta, y más o menos venía a decir que las alteraciones genéticas que se pudiesen producir en los seres vivos, si favorecían y hacían más fuerte al individuo, probáblemente perdurarían heredándose a la descendencia, y si las alteraciones debilitaban no llegarían mucho más lejos, pues el eslabón se convertía en panoli y no lograba reproducirse. Era la propia selección natural quien determinaba si las alteraciones eran "para bien" o "para mal".
Con esto, desde el primer ser vivo hasta la diversidad en la que nos movemos, nos hemos ido adaptando al entorno en el que hemos vivido, y así, eslabón arriba, eslabón abajo, estamos todos tal y como nos vemos.

En la carrera evolutiva, el ser humano ha llegado a ser el más avanzado de todos los seres, y ha podido prevalecer en este mundo pese a numerosas adversidades y a la competencia que otros individuos han creado.
Sin embargo, con todo esto ¿Por qué el ser humano tiene tantísimas carencias en su cuerpo?
¿Por qué nuestro pelo no nos protege del calor como las plumas a tantísimas aves, o del frió como ocurre con muchísimos mamíferos? ¿Por qué no tenemos unas branquias en los sobacos, para poder bucear sin tener que comprar un tubito de buceo, que por otro lado no podrá tener más de 40 centímetros? ¿por qué si perdemos una extremidad no nos pasa como a las estrellas de mar, y de un brazo sale una persona y de un manco sale otra? ¿por qué el sol en vez de aplomarnos no nos proporciona energía como a las plantas? ¿por qué no podemos estar durmiendo tres meses seguidos como los osos, y tenemos que ir a trabajar once meses al año? ¿Por qué no podemos tener una casa en la espalda en lugar de una hipoteca sobre la misma? ¿Por qué no podemos andar por las paredes con todas naturalidad como salamanquesas, sino que sólo nos subimos por ellas cuando estamos muy irritados? ¿Por qué no tenemos además de los brazos un par de alas para movernos sin restringirnos tanto a la gravedad o sin necesidad de tarjeta de embarque? ¿Por qué no podemos estar tres meses sin beber agua como los camellos? ¿Existen jorobas llenas de tinto con casera? ¿Por qué hacer el capullo no es propiedad exclusiva de los gusanos? ¿Por qué no podemos andar sobre el agua como los zapateros? ¿por qué no podemos saltar como los canguros y movernos por los árboles como los monos? ¿Por qué la mujer no pone huevos en lugar de llevar un bombo nueve meses? ¿por qué no cambiamos de color como los camaleones, o de camisa como las serpientes?

Hay tantas incógnitas en nuestra naturaleza...

Si pudieras visitar a Darwin por unas horas, ¿Qué le preguntarías acerca de la herencia que nos han dejado los primates? ¿Crees que Darwin por un momento barajó la posibilidad de que el hombre en lugar del mono procediese de la musaraña o de la mantis religiosa?

Son demasiadas mis dudas. ¿Cuál es la tuya al respecto?

Adiós muy buenas.



21 junio 2005

Siempre hay una primera vez

¿Verdad que fastidia que cuando vas a hacer a disgusto algo que nunca habías hecho o te pase algo inesperado alguien te diga... "Siempre hay una primera vez"?

Pues es mentira.

Cierto es que todo lo que hemos hecho lo hemos hecho alguna vez por vez primera. Sin embargo, aun quedan muchisisisisísimas cosas que nunca habremos hecho y que el día que las hagamos será por primera vez. Pero también hay una infinidad de cosas que nunca haremos, y para ellas nunca habrá una primera vez.
Así, la  próxima vez que tengas que hacer algo que no te guste y te digan aquello de la primera vez podrás replicar en perfecta armonía: "Dicha afirmación es incorrecta por incompleta", o también podrás replicar cualquier otro improperio improcedente que impresione improbas improntas. Como más te guste.

Este poste-e pide que te adhieras con una postilla y manifiestes tu solidaridad con aquellas cosas que nunca tendrán su primera vez. Cuéntanos alguna primera vez real o imaginada, alguna última fantástica o escurridiza, o alguna cosa que sabes, temes o esperas hacer por primera vez.

Cuando las escribas seguro que hay alguien que las lee por vez primera ¡¡Ánimo!! ¡¡Apostilla ahí!! ¡¡Venga!!

Hasta la próxima vez.



17 junio 2005

Esto no es moco de pavo

Valiente comparación.

- Esto no es moco de pavo, ¿eh?
- Faltaría más caballero.

El moco de pavo es un apéndice flojucho y carnoso que le cuelga al pavo desde encima del pico hasta unos centímetros más abajo. Normalmente cuelga por un lado del pico, aunque a veces cuelga por el otro. Tiene capacidad retráctil. A veces se hace pequeño y prieto, y a veces larguirucho y colgón. Según el pavo.

Sin embargo, la mayoría de las veces, cuando uno oye "moco de pavo" suele pensar en una especie de plasma de color desagradable tal vez con olor a gallinero, ¿verdad? ¿Se imaginan entonces un cubo lleno de moco de pavo? ¿y una bañera? -Tremendo-.

Pero ya sea haciendo uso del concepto real del moco de pavo, o por muy lejos que llegue la imaginación de cada uno, ¿qué puede ser comparable al moco de pavo?
Yo creo que decir "esto no es moco de pavo " es un eufemismo, porque se piense en lo que se piense cuando se compara con moco de pavo, seguro que nada es como el moco de pavo.

A lo largo de mis años he oído muchas veces "esto no es moco de pavo", pero jamás he escuchado que algo sea como el moco de pavo, o que mismamente sea moco de pavo.

¿Qué es para ti el moco de pavo? ¿Conoces algo que sea moco de pavo?

Si lo aclaran, mejor que mejor.

Hasta más ver.
 


15 junio 2005

Un viejo incoloro

Dado mi carácter agrio y mi olor a vinagre algunos amigos me dicen que soy un viejo. Me paso el día refunfuñando.

En realidad, mi cuerpo es mucho más joven que mi espíritu y cuando los demás se divierten en los bares, en el cine o en el fútbol yo me vuelvo loco por un sillón con orejeras.

Lo malo es que soy de tendencia ecologista. Siempre he defendido lo que vela por la naturaleza, y las ideas verdes suelen caerme en gracia. Pero no quiero ser un viejo de ese color. No.

Como soy un viejo, hay muchas cosas que me dan coraje.

Por ejemplo, cuando conduzco me da mucho coraje que los peatones que van con prisa por las aceras aminoren la marcha al cruzar un paso de cebra. En ese momento me miran de reojo pensando -... estoy haciendo uso de mi derecho, panoli- Y cuando llegan a la otra acera sigan corriendo.

Eso me da mucho coraje. ¿A ti no?

¿Qué es o que más coraje te da?

¡¡Adiós!!



11 junio 2005

No hay tres sin dos y una.



El domingo pasado vi en televisión un partido de tenis que duró por lo menos 3 horas.

Me llamó la atención una cosa muy particular: Rodeando la pista hay unos muchachos que suministran a los tenistas tres bolas, y éstos se quedan con dos, que son con las que juegan. Siempre hay una bola defectuosa y dos buenas. Creo que los muchachos se las dan así a posta. Deben tener un cajón de bolas buenas y otro más pequeño (justo la mitad) de bolas malas.

- ¡Toma Maquenrol, dos malas y una buena!
Maquenrol coge las tres y solo con el tacto descarta la bola mala.
- ¡fuera, fuera!

¿Qué pasaría si por error un muchacho diese dos bolas malas y una buena? En caso de haber doble falta, el punto se desarrollaría con una bola defectuosa ¿no? ¿se ha dado el caso de que un tenista descarte dos bolas de las tres que le ofrecen y pida una cuarta bola? ¿Y si al tenista le dan tres bolas buenas, se mete una en cada bolsillo y juega con la tercera?

Creo que si le dan tres bolas malas a un tenista éste pierde el punto. Si se repite cuatro veces consecutivas se llega a break.

¿Por qué los fabricantes de pelotas de tenis tienen una producción defectuosa al 33%? ¡Ojo!, y eso que hablamos de bolas de prestigio que salen en televisión, que si no...
Además, las bolas de tenis se venden en paquetes de tres. ¿Tú eres capaz de comprar un bote de tres pelotas de tenis y descambiar una sólo con tocarla?

- Perdone, señor vendedor. Esta bola está defectuosa.
- Disculpe caballero. ¿Se lleva sólo esas dos?
- Sí, me las llevo en el bolsillo.

Para evitar esta situación las bolas de tenis se venden en unos botes de plástico con el mismo cierre que una lata de atún. No tienes más remedio que abrirlas en tu casa. Una vez abierto el bote, aunque detectada una bola mala, no se pueden descambiar.
Hace unos años las cajas de pelotas de tenis se abrirían con abrelatas ¿no?

En fin amigos. Me llamó mucho la atención que una de cada tres bolas de tenis no sea adecuada para un gran torneo. ¿Adónde irán esas bolas?

¿alguien puede explicarme esto?

¡Hasta otra!


10 junio 2005

Quien revisa no es traidor

 

### UNO ---- ecos

-¡¡Han salido las notas, he sacado un 7!!-

Son los gritos de Juana Marín, la compañera de la tercera fila, banca número dos junto a la ventana. Son voces que hacen eco un martes por la mañana.

Zafarrancho de combate. Todo el mundo a los tablones. En estos momentos la suerte del aprobado está en el tablón de anuncios. Han salido las actas. Alea acta est.

Quedan exactamente dos minutos para saber si por fin se puede dar carpetazo a los apuntes de la asignatura ósea, o sea, de la asignatura hueso. La más dura de todas.

Dos minutos, el tiempo justo de bajar las escaleras, aproximarse al listado de alumnos  y poder leer el numerito que han puesto junto a cada nombre. La suerte está echada.

 

### DOS ---- distancias

Blanca y con dos post-it amarillos "Pasa sin llamar" y "El temario está en copistería". Un pomo desgastado. Algunas rayas pintarraqueadas con rotulador negro. Es la tercera puerta del pasillo, junto a una maceta sin plantas. En el suelo hay tres colillas y un folio en blanco doblado por la mitad.

Al abrir la puerta del despacho se ilumina todo el pasillo derritiéndose la penumbra. Esto provoca una ceguera momentánea.

Tras la mesa un ventanal sin cortinas desde el que se ve parte de la plaza de toros. Sobre la mesa seis montones desiguales de papel. Ignacio está de pié, y al entrar. -¡Hombre Fernanblog!, siéntate- Desocupa una silla sobre la que había un portafolios y un maletín vacío de ordenador portátil.

Fernanblog se sienta.

 

### TRES ---- ingrávido

- Adiós. ¡Muchas gracias!

Bajando las escaleras de dos en dos escalones y con una sonrisa de oreja a oreja no para de dar vueltas al mismo pensamiento:

"Los profesores son todos iguales: Corrigen a la ligera, se equivocan y no quieren dar su brazo a torcer. ¡Pero yo he demostrado que lo que puse es cierto! ¡Soy un figura! ¡He aprobado la biología de tercero! Y ahora me voy a la playa, que para eso es viernes"

 

En el fondo, después de pasar tres días de intranquilidad, ha merecido la pena. La alegría es así es mayor que si hubiese aprobado el martes. Además, con tanto repasar para la revisión se aprende mucho más que sacando un cinco a la primera.

 

### CUATRO ---- moldes

En la misma puerta había ahora tres post-it. El nuevo indicaba "La revisión no comienza hasta las 11:00".

Esta vez la mesa estaba casi vacía. Sólo algunos exámenes en un lado de la mesa, y sentado en ella Fernanblog.

-¡El siguiente!

- Hola, buenos días.

- ¿Cuál era tu nombre? - Fernanblog sabía perfectamente que era Joaquín, pero creía tener que preguntarlo. Y lo preguntó.

- Joaquín Arcipreste.

- A ver... Cuatro y medio. Te falta un poco ¿eh?

- Sí, tuve algunos errores. ¿Podemos repasar el examen?

- ¡Claro, claro!. Échale un vistazo.

 

### CINCO ---- primera voz

- ¡Adiós Joaquín!

Cuando Fernanblog se despide de Joaquín en el despacho no puede evitar recordar lo que sucedió el martes a primera hora en ese mismo espacio. Cruzando la misma puerta, mientras hablaba con Ignacio:

 

- Siempre me ha gustado la luz de este despacho, y sobre todo esta vista de la plaza.

- No está mal, pero hace demasiado calor. A ver si pongo unas cortinas, una persiana... algo.

- Sí la verdad es que...

- Biología de tercero, ¿no?- Irrumpió rotundamente.

- Sí, Biología de tercero, de tercero.

Ignacio tomó una carpeta de uno de los montones de su mesa y empezó a buscar entre los papeles.

- Esto es-

Y pasando papeles a Fernanblog, le iba dando indicaciones:

- Juana Marín ha hecho un buen examen, y Joaquín Arcipreste ha estado justito. Si va a revisión y se defiende, no dudes en ponerle un cinco. Es un chico listo, aunque parece que sea flojete.

 

Al poco, Fernanblog llegaba al tablón de anuncios y colgaba las notas de sus alumnos de prácticas. Él había aprobado a todos. pero Ignacio era duro en la teoría. Siempre mantuvo que todos no podían aprobar.

 

Unos minutos más tarde, y tras los ecos de María, Joaquín iría a ese mismo lugar a ver sus resultados:

                "Joaquín Arcipreste - 4.5* "

-¡No! Sabía que iba a suspender. ¿Y ese asterisco...?

Bajando la vista hasta la última página leería: "Los alumnos /-as con * junto a la calificación podrán ir a revisión el próximo viernes a las 11:00. Lugar: Planta alta, tercera puerta del pasillo"

-Aun hay esperanza-

 

### FIN ###

 

 

### YO

Perdonad el cambio de estilo literario, pero es que me ha dado por ahí...

¿Te ha gustado o prefieres una versión del tercer capítulo con el mismo estilo de los anteriores?

Pon una postilla. Prometo que si hay varias postillas que prefieren el otro estilo, escribiré un remake que será el remate.

 

### CLAVES:

En este texto tal vez encuentres algunas claves ocultas. Depende de qué busques y cómo lo busques.

Yo sólo voy a decir una, que no voy a decir:

La revisión exitosa está entre ###CUATRO y ###CINCO, pero evidentemente, en este post-e no se pueden desvelar los secretos y los trucos que los alumnos usan para aprobar en revisión. Está prohibido publicar este tipo de post-es.

Las artimañas del revisionante sólo se pueden publicar mediante postilleo. ¡Adelante!

 



08 junio 2005

Cada noteja con su pareja

Cada noteja con su pareja

Ya se ha post-eado en este blog (véase "blog de notas") que la cantidad de exámenes que uno hace a lo largo de su vida no es pecata minuta.
Y hay que ver la alegría que da aprobar, mientras que por el contrario, suspender nos inunda de decepción o tristeza, según.
A veces, según hayas estudiado horas y horas o minutos y minutos, una nota puede suponer más o menos alegría, o más o menos tristeza.

Existe toda una teoría relativa a este asunto. No tiene nombre, pero podría tenerlo, aunque lo importante es que tenga sentido, y que tenga o no sólo lo sabes tú. En cualquier caso, no va a ser este el post-e que ilustre tal teoría. Sólo se va a exponer en él una escala numérica correspondiente a calificaciones posibles en un examen, a la que se asocian las respectivas reacciones que sufre el examinado. Veamos:

NOTA: Cero pelotero. (0)
El alumno que ha sacado un rosco, evidentemente ha estudiado podo o nada, y como sus compañeros han sacado más nota que él (es obvio), éste debe disimular su decepción con un ramalazo protestante o contrario al sistema de calificaciones aplicado al examen.
Es frecuente que el alumno diga frases como la siguiente:
- ¡un cero! eso es nada. Yo he puesto mi nombre, y eso ya es algo, ¿no? pues que me ponga al menos una centésima.

Y también es frecuente que se reproduzca este diálogo:
- ¡un cero! me ha tenido que quitar puntos por algo, porque una pregunta la sabía y estaba bien. Yo creo que voy a ir a revisión. ¿Vienes conmigo?
- No, yo he sacado un cinco.
- Bueno, entonces no voy, porque para ir solo...

Si acompañas a un amigo que haya sacado un cero pelotero debes ser prudente y no replicar su reacción. Lo mejor es guardar silencio y mover la cabeza hacia un lado mientras aprietas los labios.

NOTA: desde 0,25 a 3
El alumno ya ha estudiado algo. Más bien poco, pero no nada. Las preguntas del examen suenan a algo, y había francamente pocas (o ninguna) esperanzas de aprobar. El alumno suspenso espera, más que aprobar, que suspenda mucha gente.
Al aproximarse al tablón para ver las notas, el alumno siente temor a haber sacado menos de un uno, y espera que no hayan aprobado todos sus colegas. Sabe que algunos aprobarán, pero confía en que caigan tres o cuatro para no tener que estudiar solo en la próxima recuperación. Si los que suspenden saben jugar al mus, mejor que mejor.
En definitiva, el alumno oculta su tristeza con dos alegrías: una por algunos de sus colegas que han aprobado, y otra porque se descartan cuatro preguntas para el próximo examen, ya que no se repiten preguntas de un examen para otro.

Al contrario que un cero pelotero, nota que se recuerda durante algunas semanas, el sacar un 2 o un 3 se olvida en pocos minutos.

NOTA: de 3.5 a 4.49.
Se siente muchísima intranquilidad, porque en revisión aun puede pasar de todo.
Se llega al autoconvencimiento de que esta nota evidencia unos altísimos conocimientos, máxime si ha aprobado poca gente.
La mezcla de intranquilidad y rabia o coraje descoloca al alumno, y hasta el día de la revisión se está maquinando cómo afrontar la misma (por lo que en el resto de exámenes va a sacar entre 0.25 y 3. Ya sabemos su reacción para la semana que viene)
En definitiva, con un cuatro pasa lo siguiente:
1.- Se está bien fastidiado en primera instancia, porque se ha suspendido. Además no se puede olvidar el mal trago porque se puede aprobar en revisión, y no se deja de dar vueltas al asunto.
2.- Como consecuencia de (1), al no olvidar el mal trago, no se estudia nada para el próximo examen, y se repasa y repasa sobre los apuntes del examen suspenso. Se Está sumamente intranquilo.
3.- Como consecuencia de (2), también se suspende el próximo examen, y se repetirá la historia.

Así, el sufrimiento es a corto, medio y largo plazo, por lo que el peor momento en la época estudiantil se da cuando en alguno de los exámenes se saca un 4. Puede ocurrir que ese momento sea un punto de inflexión en la etapa académica de nuestras vidas y empiece una cadena de suspensos por los pelos que sólo se puede romper en junio. ¡Bendito verano!

NOTA: 4.5 o 4.75
El aprobado en revisión está casi casi garantizado. Si no se consigue, siempre se conseguirá un condicional para la próxima evaluación.
Es un sentimiento parecido al anterior, pero con el ánimo más alto.
Nada más ver la nota en el tablón (porque si la dice un amigo no se cree), un alumno con un 4.75 piensa, en milésimas de segundo lo siguiente:
1º Mecachis, por un cuarto de punto.
2º ¡joputa!
3º Un momento (a ver si ha visto bien la nota)
4º Cagondieee. (este pensamiento se acompaña de un apretón continuado de dientes)
5º Empieza a vislumbrar los errores garrafales que ha cometido en el examen que han hecho que no tenga un 5, o más.

Así se llega a la conclusión de que el examen con un 4.75 se aprueba en revisión. Y si no en el siguiente examen.

El alumno está, lógicamente, a disgusto y preocupado, pero no tanto como para perder la concentración necesaria para superar el próximo examen. El recuerdo de los momentos en los que el alumno conocía su 4.75 puede servir incluso de motivación para el estudio.


NOTA: Cinco peleón (5)
La mejor nota que se puede sacar.
Si el alumno no ha estudiado y tiene un cinco: Fabuloso, cojonudo.
Si el alumno ha estudiado y tiene un 5: Bien, satisfacción por lo conseguido
Es el punto justo. No importa en qué pregunta se errase o si se equivocaron al corregir. La nota es perfecta: Aprobado.
Felicidad y sonrisa garantizada hasta el momento en el que haya que coger los libros para el próximo examen, porque un cinco es justito, y en el próximo hay que asegurar. Se sabe que hay que estudiar más.

NOTA: 5.5
Autoconvencimiento y satisfacción suprema. Es la puntuación que evidencia que se ha aprobado por méritos propios. No cabe duda de que tú no eres uno de esos que han aprobado porque tenías un 4 o 4.5 y al haber muchos suspensos les han subido la nota. Noooo, tu eres un aprobado justo, y tu 5.5 demuestra que sabes de lo que hablas. ¡BIEN!

NOTA: de 6 a 6.75
El aprobado ya es holgado, y empieza a aflorar la avaricia. Sobre todo si tienes un 6.75, pues en términos de expediente académico tu puntuación equivale a la de un 5 peleón. Si tienes un 6 o 6.5 sabías que ibas a aprobar, pero tenías esperanza de un notable.
Te da ese coraje que te recuerda a cuando sacaste un 4, pero como la situación es incomparable, rápidamente se transforma en alegría. Alegría pasajera porque quieres sacar un 8 en el próximo examen, para sacar un notable de media. ¡Ansioso! ¡Fatiga!

NOTA: de 7 a 8
Bien. Está bien.
Ahora aflora la envidia, porque aunque ya no te pasa como a la mayoría, que están ahí para ir a la revisión y ver si llegan al 5, ves con un poco de recelo que otros (los menos) celebran el sobresaliente.
Queda el consuelo de que tú te diviertes, y quien saca un 9 o 10 no, porque como tú no se lo pasa nadie, y además sacas notable.
En este momento te sientes bastante bien. Eres el amo. Puedes pensar que eres como Einstein, y que dada tu superinteligencia no sacas un 10, como él.

NOTA: 9 o 9.5
Insatisfacción absoluta.
Querías una mención honorífica, esa única calificación de dos cifras sin decimales que te garantiza matrícula gratuita para el año que viene.
Has dejado muchas cosas de lado, has sacado más nota que nadie, pero no lo has hecho del todo bien.
El sueño es difícil, y se pierde la concentración durante un buen rato. -¿Qué he hecho mal?-
Te acabas de convertir en un empollón repelente. Einstein ya no es suficiente. ¡¡Cuidado!!

NOTA: 10
¡Vaya tela! ¡Chapó!
todo perfecto, no me he equivocado en nada...
Se podía pensar que ahora uno se siente bien. pero no, ahora no hay envidia ni remordimiento, pero acaba de nacer el estrés.
Desde este momento, hay que ponerse las pilas para seguir sacando estas notas.
Desde el primer 10 todo se centrará en sacar un diez detrás de otro. Desde este momento te puedes preocupar tanto de sacar un diez que puedes hasta dejar de aprender, de relacionarte y de resolver otros problemas ajenos al ceñido temario incompleto que se imparte en cada asignatura matriculada.
Mucho cuidado. Mucho mucho cuidado.


En fin amigos, hemos hecho un recorrido por todas las calificaciones más comunes (escala numérica de 0 a 10), pero la teoría completa de correspondencias entre comportamientos y calificaciones deja hueco a otros sistemas de valoración del estudio. ¿Qué me dices del Necesita Mejorar / Progresa Adecuadamente? ¿y del muy deficiente, insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente?

Cuéntanos cómo te sentiste cuando viste algunas de tus notas más importantes de tu vida, ¡o menos importantes! Cuéntanos cómo recibiste alguna calificación. Cuéntanos.
Cuéntanos, que en este blog nos sentimos muy bien cuando nos dices algo.

¡Hasta luego!



06 junio 2005

Blog de notas

Mi primer examen fue en el colegio, y se llamaba "control", que era lo mismo, pero con ese nombre te ponías menos nervioso. No recuerdo muy bien qué nota saqué. Luego, en el instituto desaparecieron los controles, y entraron en juego los exámenes. De éstos los había más y menos gordos. Los más gordos se llamaban "suficiencia", y sólo había que hacerlos si no superabas los exámenes anteriores, que eran "finales". Igualmente, a veces te eximías de hacer los exámenes finales si aprobabas los exámenes comunes, digamos los normales o parciales.
La suficiencia era en realidad una segunda o tercera oportunidad, aunque llamada con ese nombre los nervios sí que estaban a flor de piel. La suficiencia eran palabras mayores. No obstante, en el instituto siempre había tipos duros mayores que tú que cuando te los cruzabas yendo para un examen parcial o incluso final te decían -no, no, yo apruebo en suficiencia, ¿para qué voy a perder hoy el tiempo?-, y mientras te las veías en el examen con los procesos de fotosíntesis, ellos la sentían en sus carnes, tomando el sol en el césped con un paquete de pipas Kelia y una litrona fresquita. Eso los hacía tipos duros, y también por eso eran más viejos, porque como en realidad la práctica visual de la fotosíntesis, a pesar de hacerla desde marzo a junio, no la aprendían del todo, pues en suficiencia la cosa no les iba demasiado bien, y repetían... sería que caían otras preguntas en sus exámenes. ¡Es que los profesores son unos bandidos!
Después de aprobar durante cuatro años, o algunos más si sabías mucho de fotosíntesis, venía un examen más importante y que por su nombre lo debían haber inventado unos señores de la Alemania premural. El examen duraba dos días, y preguntaban todo lo que ya habías aprobado antes (!!¡¡¿?!?¿¿??¡¡¿¿¡!!?). Se llamaba S-E-L-E-C-T-I-V-I-D-A-D. De ese examen dependían muchas cosas. Demasiadas.
La cosa no acababa ahí, y si eras un buen estudiante. -Perdón, quiero decir- si eras un estudiante selecto, seguías estudiando en unos recintos más especializados, en lo que seguramente debe ser la fragua del saber: en la universidad.
En la universidad se aprendía muchisisisisímo de muchas cosas. De lo que más se aprendía era de fotosíntesis, y de lo que menos de ortografía.
Pero bueno, a lo que vamos. Durante algunos años más se seguían haciendo exámenes. Ya en ese campo del saber (en el campus) los exámenes se llamaban sólo exámenes -Claro hombre, a estas alturas sin eufemismos-, y estabas con ellos unos años hasta que un día hacías un examen, y de repente te quedabas flojo perdío. Eso era señal de que, a pesar de no haber visto las notas, sabías que habías aprobado el último examen de la carrera que estabas estudiando, que de no ser por la s-e-l-e-c-t-i-v-i-d-a-d era la que querías estudiar. Anda que no.
<MATIZ>
Según la nota que sacaras en s-e-l-e-c-t-i-v-i-d-a-d, podías optar a unas carreras o a otras, porque las carreras universitarias ponían un listón (nota de corte) y un número máximo de alumnos que la podían estudiar (números clausus) y eso hacía que mucha gente estudiase carreras de "poca nota", y que otra gente se fuese a las de "mas nota", bien por ser la que gustaba, bien por puro elitismo. Depende como se las "ingenie" cada uno.
</MATIZ>
-Seguimos- Tras esa flojera, lo normal era que ya fueses titulado. Eso era señal de que de cada asignatura cursada a lo largo de tu vida habías superado, al menos, un control o un examen, con lo que tu saber era evidente.
¡Qué bien! ya está todo hecho. Ahora a jubilarse.
-Mecachis- La jubilación viene después. Antes hay que buscar trabajo, encontrar trabajo, trabajar, eludir el síndrome "Laboris Fatigandum", cambiar si no de trabajo, seguir trabajando, -¡ah!-, cotizar, cotizar, cotizar, y trabajar un poco más.
Ya está, ya te puedes jubilar.

Por cierto, que hay otros exámenes que facilitan esta última parte, la parte de trabajar, cotizar, trabajar... Tales exámenes se llaman oposiciones, y de ellos no sé mucho, aunque sí de sus resultados. Sé que si apruebas uno de estos se te garantiza que en adelante no vas a tener que hacer ningún examen más, a pesar de que además de trabajar, te podrás pasar el resto de la vida estudiando la fotosíntesis, y este concienzudo estudio podrás hacerlo sin que nadie te pregunte la lección, porque ¿qué se le va a preguntar a un opositado?

Pues de eso se trata en este post-e, de que pongas una post-illa diciendo qué preguntarías a un opositado.

¡Hasta otra!



02 junio 2005

Post-tres de hoy, Trilogías de ayer.


Sí señor. Ahora hoy en estos momentos las películas o filmes se ruedan de tres en tres y se estrenan de uno en uno.
Los libros se escriben de uno en uno, y se pueden vender de tres en tres. Que cada uno los lea como quiera.
Los tridentes tienen tres dientes, y los trineos son los nuevos tercetos.
Los triciclos tienen tres ciclos, y los cíclopes un ojo, como los monóculos, o como el mismo pero sin mono.
Los trigres son seis: un trigre, dos trigres tres trigres, y un triste son tres ingleses a las 5 o'clock.
Y al final llega un tricornio, pero de los tricornios no hablamos es este post-e.

Bien amigos. Hoy en este blog se anuncia una trilogía. Hoy se anuncia el primer post-tres de la historia.

En este post-tres se aborda un asunto tan influyente en la vida de los demás como en la de uno mismo. En este post-tres se hablará de algunos asuntos estudiantiles que casi todos hemos vivido. ¿Quién no ha pasado largas horas sentado en los pupi-tres de las aulas de antaño?

Sin más preámbulos, anunciar que a lo largo de estos días publicaremos en este blog tres post-es, tres. A saber:

- Primer post: "Blog de notas"
- Segundo Post: "Cada noteja con su pareja"
- Post-tres: "Quien revisa no es traidor"

Se ilustra el anuncio con un trailer del primer episodio. No mucho, sólo tres líneas:

[...] un número máximo de alumnos [...] eso hacía que mucha gente estudiase carreras de "poca nota", y que otra gente se fuese a las de "mas nota", bien por ser la que gustaba, bien por puro elitismo[...]

Todo esto y más en la próxima entrega de "Blog de notas". Muy pronto en los mejores blogs.

¡Hasta entonces! (desde luego)



 
Este blog nació el 29 de abril del año pasado. En las cosas del hablar podrás saber el porqué de lo que se escribe aquí, que es lo que se lee allí donde tú estás.
 
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