Este es un blog que se nutre de metaideas surgidas de todo espontil venidero en periodos digestivos, salvo, y claro está, improperios improcedentes que impresionen improbas improntas. (lo que esto significa, de mucho importa)

 

22 mayo 2006

Paradigmas Graduales. Paradigma Final

[...viene de 'Paradigma de la Herencia' ...]

 

Entonces, si el Paradigma Hereditario se ve obstaculizado por el Paradigma de la Herencia, ¿Cómo es que los padres de mi amigo Vincent son dos gotas de agua?

Caballeros, la respuesta está en nuestro interior.

 

Tal vez por economía corporal (o lo que es lo mismo, por la ley del mínimo esfuerzo aplicada al subconsciente de cada uno) somos nosotros los que buscamos en cada persona rasgos significativamente conocidos. Es la forma que ha ideado la naturaleza para que los humanos podamos reconocer e identificar a nuestros similares.

 

Voy a intentar explicarlo con Vincent y sus padres:

Yo conozco muy bien a mi amigo Vincent, y si cierro los ojos puedo visualizar a la perfección sus orejas de soplillo, sus dientes separados, sus ojos saltones, su hoyuelo en la barbilla, su mandíbula belfa, y sus cejas unidas en la nariz.
 
A sus padres los conozco sólo de vista, pero sé que el padre tiene las orejas de soplillo, es cejijunto, y tiene un hoyuelo. La madre es de mandíbula belfa y tiene los ojos saltones.
 
Se puede decir que Vincent es una representación interpolada de sus padres (y se puede decir también que es más feo que Picio, aunque es muy buena gente)
 

Pues bien, cuando me cruzo con la madre de Vincent, mi mente hace el siguiente razonamiento:

1.- [Mente prestando atención] Esa es la madre de alguien que conoces.

2.- [Mente identificando que es belfa y tiene ojos saltones] Esa es la madre de Vincent.

3.- [Mente recordando rasgos significativamente conocidos] Se plasma en la mente la cara de Vincent.

De esta forma, al ver a la madre de Vincent, me vienen a la mente rasgos que Vincent ha heredado exclusivamente de su padre, como las orejas de soplillo o los dientes separados, y por extrapolación, asocio su rostro al de su marido, el padre de mi amigo Vincent, que no se parece en nada.

 

Semejante razonamiento (Paradigma Final del Parecigdo) no está demostrado en absoluto, pero en su defensa, puedo poner sobre las mesa algunos argumentos a favor:

 

1.- Dado que la mente de cada uno busca en una persona los rasgos más conocidos (que son los más asimilados), los abuelos maternos siempre dirán que el nieto se parece a su madre, y los paternos dirán que no, que el niño sale al padre.

 

2.- Dado que es la mente quien crea los parecidos por extrapolación , miles de veces no encuentras el parecido de dos hermanos hasta que no sabes   que lo son:

- Hola Manoli, te voy a presentar a mi amigo Juan Gabriel.

- No, si ya lo conozco, si es mi hermano.

- Anda ya.

- Digo, de toda la vida. ¿No nos parecemos?

- Es verdad, un montón. Sois clavados.

- Claro, si todo el mundo nos lo dice.

3.- Es posible dar un grado de parecido a casi todas las parejas del mundo , según la siguiente clasificación (Paradigmas Graduales del Parecigdo):

Grado 0: Parejas que no se parecen en nada. (Normalmente parejas de novios, sin hijos, o con hijos muy independientes)

Grado 1: Parejas con cierto parecido. (Usualmente parejas jóvenes con un hijo de pocos años)

Grado 2: Parejas de alto parecido. (Frecuentemente matrimonios con varios hijos)

Además, se suele verificar que el grado del parecido se va incrementando a lo largo del tiempo, y que no todas las personas encuentran el mismo grado de parecido a una pareja. (Debido a los parámetros de interpolación de cada cual)

   

4.- Paradigma gradual múltiple:

A veces hay situaciones en las que el incremento del grado de paregcido en una pareja no es armónico. Esto es debido a que los rasgos heredados por uno hijo no siempre son representativos de sus dos progenitores. En estos casos siempre es posible llegar, en un laboratorio y teniendo un número suficientemente alto de vástagos, a grado 2 de parecigdo.

 

Un ejemplo es el de Jacinta y Rodrigo, que no se parecieron hasta que no nació su segundo hijo, Jules. La hermana mayor de Jules, Claudia, se parecía tanto a Jacinta, que extrapolando sus rasgos sólo era posible visualizar a la propia Jacinta, de manera que Jacinta y Claudia no se parecían a Rodrigo ni por asomo (en el pueblo se llegó a pensar que Rodrigo no era el verdadero padre de Claudia). A los cuatro años nació Jules, que era calcado a su padre, aunque se parecía también a su hermana.

Su nacimiento hizo que por extrapolaciones e interpolaciones consecutivas, Jacinta se pareciese a Rodrigo (que Claudia se pareciese a Jules, y Claudia a Jacinta, hizo que Jacinta se pareciese a Jules, y como además Jules se parecía a Rodrigo, se pudo demostrar que Rodrigo se parece a Claudia, con lo que ya no hubo evidencias para decir que Claudia era hija ilegítima).

 

Situaciones como esta son las que hacen que haya muchos matrimonios que no se parezcan, aunque claro, la causa de sus diferencias de aspecto no es otra que el no haber tenido un número suficientemente alto de hijos.

 

¿Conoces algún caso de parecidos familiares que no se contemple en esta teoría?   Pero un caso que sí quede recogido en ella sí, ¿verdad?

 
[fin del tostón] 


Post-illas:
Un caso interesante es el inverso al que has planteado con Jacinta, Rodrigo y su hija Claudia. Es decir, los casos en que el vástago no es hijo biológico de su padre (o bien es adoptado, o bien los padres tuvieron que recurrir a inseminación artificial, o bien ha habido asunto de cuernos) y la gente se empeña en encontrar el parecido. Yo tengo un amigo que es adoptado, y la gente insiste en decirle: "Eres clavadito a tu padre". Él pone una sonrisa forzada, porque no sabe qué responder.
 
Casi me da un chungo, pero lo leí (será mi faceta masoca) y me parece correcta la teoría a la que me gustaría completar con otra antiteoría escuchadas e ingeniadas.
Una vez escuchando un pograma de radio basura (es como la tele basura pero escuchándolo por la radio), que somos lo que comemos y dado que nadie lo discutió en el susodicho pograma debe ser cierto, por lo cual una persona cambiará de rasgos (en contra de toda herencia genética) según su alimentación y tal vez de su estilo de vida, para demostrarlo, cada vez que vemos por la tele un pograma que hablen de hamburguesas solemos ver a unos gordos de cerca o mas de 200 Kilos, con cabezas y caras como balones del mundial de Alemania, luego si comemos hamburguesas nos iremos pareciendo al susodicho gordo (que el que suele salir por la tele suele ser negro, pero esto no estoy seguro que tenga que ver con las hamburguesas ¿o tal vez si?, cuando sale un programa sobre vegetarianos, nos muestra a gente esquelética con caras lánguidas y tristes desprovista de alguna chispa de vida, si tomas sumosol es mas grabe los que cambian en vez de el que se toma el zumo suelen ser su familia (generalmente los primos, que se vuelven musculosos), así para demostrar que esta teoría es cierta falta el elemento empírico, por lo tanto pongo los requisitos para esta prueba:
Cojamos a N individuos, no vale de una misma familia , ni de un mismo curro (y si fuera papista, ni que vivieran en una misma nacionalidad -esta palabra me mola, es mas al escucharla a diario me troncho- ) y démosle un mismo alimento por ejemplo Un limón y que lo chupen, podréis comprobar que las caras por muy distintas que sean la gente empieza a parecerse, esos si, cuando dejan de chuparlo dejan de parecerse y vuelven a su estado inicial (esto de chuparlo también se puede ver en algunas películas que yo veo, las chicas mientras que chupan el limón todas se parecen).
Así si cogemos una familia y las sometemos durante 20 años (o mas) a comer prácticamente lo mismo (que es lo que suele suceder en la mayoría de las familias), no tiene mas remedio que tender a unos mismos rasgos.
 
Absolutamente genial la teoría. La aplaudo fuertemente, y la hago mía. Del mismo modo que fue convincente la teoría que explciaba el ejercicio de pensar en una herramienta y una fruta, tras una serie de ejercicios mentales, no relacionados con el asunto de las frutas y las herramientas. Esta teoría también me la explicó don fernanblog, y me convenció absoluta y completamente.

Ésta, la de los parecidos, o parecigdos, es más impresionante si cabe. Tiene mucho sentido. Es muy probable, por otro lado, encontrar algún contraejemplo, pero tengo la sensación de que la teoría aquí lanzada es digna de tesina de curso de doctorado de psicología del parecigdo.

Explica, como se ha sugerido, el porqué siempre se piensa en los parecidos ascendentemente - illo, Braulio, tus padres son clavaitos, macho... ¿seguro que tu padre no se casó con su prima la del 5º? - y nunca descendente-mente - mi hija Felisa se ha casado con un tipo que es clavaito a ella, vamos, yo creo que's argo... -

Bueno, resumiendo, fabuloso.
 
Insto al dueño de este blog, y teorizador (hacerle rizos a Dios no es moco de pavo) nato, a que nos explique ahora por qué los dueños acaban parecíéndose a sus perros, y viceversa.
Ardo en llamas.
 
Publicar un comentario
<< Vuelta al blog
 
Este blog nació el 29 de abril del año pasado. En las cosas del hablar podrás saber el porqué de lo que se escribe aquí, que es lo que se lee allí donde tú estás.
 
Introduce aquí tu Gengoma.
  ¿QuÉ eS eStO?
 
Me puedes escribir aquí:

Opina, sugiere o pide. ¡Anímat-e!
 
 
 
 
 
Google
 
Suscribir con Bloglines
 
 
Get Firefox!

This page is powered by Blogger. Isn't yours?