Este es un blog que se nutre de metaideas surgidas de todo espontil venidero en periodos digestivos, salvo, y claro está, improperios improcedentes que impresionen improbas improntas. (lo que esto significa, de mucho importa)

 

16 marzo 2006

El futuro de la carrucha

Anda que hace diez años ibas tu a ver por la calle a una chiquilla con chándal y tacones. Enseguía.
O un muchacho con pantalones bombachos y camiseta sin mangas. Por la que hila.

Pues yo ya los he visto en la calle, y no uno ni dos. Un montón. Y no es que yo esté en contra de que cada uno se vista como quiera (es más, yo me visto como quiero), pero sí que creo que nos la están colando por todos lados, empezando por la tele.
Si en la tele sale un muchacho con pantalones de esparto y camisa de mármol, al día siguiente ves en la calle a cinco o seis mozos con idéntica indumentaria. ¡¡A dónde vamos a llegar!!

Por eso, yo que le busco puntada a todo, pienso que los dirigentes de las televisiones deberían cambiar la programación, para que nos afecte de manera positiva, y no de manera neutra como ahora ¿o es que es bueno o malo imitar a los famosos por sus vestiduras?

Fernanblog propone que, si queremos que algún conocido sea reconocido con un Premio Nobel en los próximos años, se emitan programas que nos hagan incrementar nuestro sublime saber de manera subliminal.
Por ejemplo, yo pondría un montón de cámaras en un colegio, y retransmitiría a todo kiski la vida de los alumnos. El público podría ponerles nota, y el que suspendiera se iría eliminando de la competición (aunque seguiría recibiendo sus clases, claro). ¿Qué os parece si llamamos al programa "Gran Examen"?
Otro programa consistiría en coger a quince o veinte titulados en paro y repartirles el temario de unas oposiciones. Todas las semanas tendrían que exponer uno de los temas del examen, y el público, ejerciendo de tribunal, podría decidir quién lo hace peor. Dicho individuo abandonaría el programa. Al final, quien sobreviviese a las descalificaciones se llevaría una plaza fija en cualquier ministerio. A este programa lo llamaría "Oposición Triunfo" (Aunque bien pudiera llamarse "Al filo de lo Imposible").

Para que todos los programas no fuesen concursos, configuraría la parrilla televisiva con otros programas más divulgativos. Por ejemplo, después de comer, y en competencia directa con los documentales de La 2, podrían emitir "Aquí hay Temario", un programa de tertulias sobre los exámenes de más actualidad, cargados de reporteros increposos que hacen preguntas del estilo a:

- "¿No es verdad que en tu examen de reválida te preguntaron por la fórmula del ácido sulfúrico y no te acordaste hasta el último momento?"
- "¿Es cierto que en selectividad te lo jugaste en Filosofía y sólo estudiaste los
presocráticos ?

Eso sí, como casi todo el mundo trabaja a esa hora, habría que emitir programas parecidos en otro horario. Por ejemplo por las noches los fines de semana se podría rebuscar en el pasado de algunos ilustres catedráticos para analizar las causas de posibles suspensos en ciertas materias ("Salsa Nota"). También se podría emitir un programa similar al mediodía, que hablase de cómo aprender de los suspensos: "Revisión Revisión ".

Por mantener una parrilla televisiva diversa, es conveniente difundir series televisivas de producción propia. Por ejemplo, la historia de una estudiante rica pero mediocre que estudia y estudia para obtener un notable en selectividad y poder entrar en "Teleco" ("Ana y su siete"), o la historia de un grupo de compañeros de piso que deciden organizar en la biblioteca un maratón de estudio, prohibiendo tomar café, jugar a las cartas y fumar en la puerta de la facultad ("Aquí no hay quien siga"). Por cuestiones de competencia, esta serie se debe emitir el mismo día y a la misma hora que "Los Decano ", una seria documental sobre la vida en el Decanato de una ficticia escuela universitaria.

Para empezar la semana con buen pie, se me ocurre otro concurso: "Mira quien falta". Se trata de un desafío entre famosos y empollones profesionales (se puede hacer un cásting en el CSIC). Se crearían parejas con un empollón y un famoso, y éste último incitaría a hacer novillos al empollón. Quien haga pellas pierde.

También se debieran retransmitir algunos programas en directo. Uno de clases prácticas para hacer chuletas en las más prestigiosas universidades internacionales, en plan "Bricomanía", pero llamándolo "Versión Española". También estaría bien uno en el que un montón de concursantes elaboran programaciones didácticas según los conejos de un presentador/ inspector de educación. Podría llamarse "Todos contra el Jefe de Estudios".

Eso sí, prohibiría la emisión del programa "Estudio cero", y cada fin de semana, mañanas temáticas sobre las aventuras y desventuras en un campo de trabajo con arquitectos e ingenieros en prácticas: "Estudio Estadio".

No faltarían documentales de casos reales de exámenes sin previo aviso ("Sorpresa Sorpresa" o "Emergencias"), ni testimonios de padres que reciben por correo las notas de sus hijos ("Hay una carta para ti").

Con esto, este país daría un vuelco. ¿Qué no?


COMENTARIO DE TEXTO:
El autor comienza este poste andando por las ramas a objeto de conducir al lector a un tema comentado en muchos debates de actualidad: "La influencia negativa de la telebasura", "La dificultad para encontrar información de calidad" o "La decreciente preparación y la desculturización de nuestra sociedad".
Como es habitual, una vez que fernanblog pone sobre la mesa algún asunto (siempre en términos jocosos, así como quien no quiere la cosa), sufre una evasión pucheril (se le va la olla, como ahora), y sin haber llegado al tronco, vuelve a las ramas para permanecer en ellas, y no ser capaz de exponer por escrito ninguna idea seria.
El título ni comentarlo.


ACTIVIDADES:
1.- Buscar tres pies al gato, por si los tuviera.
2.- Contar bien los pies del gato, por si no tiene tres.

Vaya tela con el poste de hoy...
Espero poner pronto otro



Post-illas:
Amigo Fernanblog, no solo que te has ido por las ramas, sino que te has ido sin las ramas. Al menos de la encina del otro día...

Aún así siéntome satisfecho con tu poste, que me ha sacado alguna risa del velo del paladar.

Aunque echo en falta algún programa inspirado en la Televisión de nuestros tiempos.

Así podría venir un nota del más allá que vaya molestando a los pobres estudiantes y no los deje concentrarse ("Autopista hacia el cero").

O transmitir esa angustia que te hace agarrarte a un clavo ardiendo, o a colgarte del aire, cuando no tiene respuestas para siete u ocho preguntas del examen ("La chuleta blanca").

También debería haber un programa infantil que repasara las materias dadas en guarderías y parvularios, algo así como "Los Telebabies".

U otro dedicado a que los televidentes comentaran las maravillas de la LOGSE ("Hablemos de ESO").

En fin, que como tú ya sabes, no soy gran partidario de la telebasura, así que os recomiendo a los lectores más osados arrancar el cable de la antena y probar una nueva vida: Ya llevo siete meses sin ella y me encuentro más cerca de mí.

SALUD
 
Clap, clap, clap!

Por si no queda suficientemente claro:
¡CLAP, CLAP, CLAP!

Y por si no queda suficientemente CLAP (Cahlo Leina APlaude):
¡¡CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP!!

Mientras esos programas que propones no estén en la parrilla ni a la ídem, insisto en que muuuuuchas veces Cualquier cosa no es mejor que Nada. Te lo recuerdo, porque aquello se quedó muy atrás, y desangrado con 2 postillas. :D

Estoooo : CLAP CLAP CLAP (reverencia)
 
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